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domingo, 23 de agosto de 2015

Marco Arana: "Yo no espero un diploma de quienes piensan que el Perú es simplemente un lugar de saqueo de sus recursos naturales"


Político, sociólogo, catedrático y ex sacerdote. Líder del movimiento Tierra y Libertad. Fundador de la ONG Grufides. Como precandidato presidencial competirá con Verónika Mendoza en las elecciones internas del Frente Amplio, el 4 de octubre.

"Yo no espero un diploma de quienes piensan que el Perú es simplemente un lugar de saqueo de sus recursos naturales", dice cuando le recordamos su fama de "antiminero". Él prefiere calificarse como un defensor de la sustentabilidad del desarrollo, de los derechos ambientales, del derecho a la inversión con responsabilidad, control y regulaciones. Marco Arana sostiene que la minería tiene un rol importante en la economía del país, pero que lo fundamental es el cómo. En qué condiciones. "Hay empresas que están buscando hacer mejor las cosas, pero hay otras que están prontuariadas...", añade.
 
Mucho se discute sobre las posibilidades de una nueva izquierda para el 2016 pero, ¿de qué nueva izquierda hablamos? ¿De la que usted integra, del bloque de Lerner y Simon, del grupo de Sergio Tejada?
 
A nosotros nos parece sumamente sano que haya más voces desde la izquierda o la centro izquierda, como algunos se definen. No hay por qué no pensar que el proceso de unidad mayor puede venir más adelante. En este momento estamos consolidando bloques, no están completamente cerrados..., para quien está cerrado ese proceso de unidad es para quienes pueden tener discrepancias profundas.
Por ejemplo, usted le ha cerrado la posibilidad a Yehude Simon...
 No yo, el Frente Amplio. Yo descarto este juego en el que Yehude ha caído, en el que varios medios plantean como que es un tema de Marco Arana y Yehude Simon. Aidesep, la organización más representativa de los pueblos indígenas, es parte del Frente Amplio. O sea..., no es Marco Arana. Nosotros estamos por la protección, la defensa y la reivindicación de los reclamos postergados, de los derechos territoriales de los pueblos indígenas de la amazonía. Entonces, no hay manera...
 
¿Por su participación en el Baguazo?
 
La responsabilidad política en el Baguazo, la defensa del conjunto de normas que dio Alan García, incluidas las normas de criminalización de la protesta, son de su responsabilidad política. Eso no es una descalificación personal del señor Yehude Simon, sino de su rol político. Además (estuvo) con un gobierno que está claramente cuestionado por los narcoindultos. De ese gobierno del que se dice que puede haber sido tan o más corrupto que el de Fujimori, Yehude ha sido su premier. Nosotros expresamos un cuestionamiento profundo a la política neoliberal extractivista y a la política del Perro del Hortelano. Nosotros representamos una disputa clara con los candidatos que está presentando la derecha: Alan García, Keiko Fujimori y Pedro Pablo Kuczynski. Este señor ha sido primer ministro de Alan García y ha sido socio político de PPK. 
 
Hace algunos meses, el Frente Amplio era un bloque mayor. ¿Fue Simon un elemento divisor?
 
Bueno, eso lo sabrán las organizaciones políticas que están en torno a él. Nosotros mantenemos diálogo con muchas de ellas, con Sergio Tejada y el bloque que él representa, con el MAS, con las otras organizaciones políticas que están ahí. Entonces, ¿hay diversas voces de la izquierda? Sí. ¿Hay diversas voces de la derecha? Sí. ¿Es necesario que haya un proceso de unidad amplio? Sí ¿Con quiénes? Nosotros decimos: con quienes compartan una visión de país. Hay un enorme vacío de representación política en esa ciudadanía que no votaría por Alan, Keiko o PPK y que espera que emerjan nuevas candidaturas y nuevas propuestas. En ese espacio, nosotros estamos abiertos a un proceso de unidad amplio, mayor. La ley electoral lo prevé hasta una fecha bastante tardía. Entonces, este momento, vamos a nuestras elecciones internas para fortalecernos. Los procesos no están cerrados.
 
Es cierto que existe un gran descontento y, por tanto, un bolsón electoral del que se puede echar mano, pero lo que se ve hasta ahora en las encuestas es que los posibles candidatos de la izquierda apenas recogen la intención de voto del 1% de la población.
 
¿Quién de estos sectores ha lanzado una candidatura? La derecha ha lanzado candidaturas y viene, además, de la experiencia de haber gobernado y de haber estado varias veces en campaña política. En el caso de estas candidaturas que se vocean, ninguna está lanzada como candidatura presidencial, ninguna ha participado en un proceso electoral previo; entonces, a nosotros nos parece que hay un proceso todavía prematuro de encuestas. El proceso todavía está abierto, no está decantado. El proceso está en plena definición.
 
Pero la izquierda lleva décadas tratando de constituirse en una opción. Steven Levitsky comparó a la izquierda peruana con las izquierdas que gobiernan en la mayoría de la región y que sí supieron recoger ese malestar del que usted nos hablaba.
 
Se tiene que hacer un balance hacia atrás de por qué esos procesos unitarios no se dieron en el país, procesos que no corresponden a la emergencia de estos nuevos rostros y nuevas formas de hacer política. Por otro lado, mientras en el resto de América Latina había dictaduras feroces de ultraderecha, facistas, en el Perú teníamos dictaduras reformistas. Entonces, eso de que en el Perú ocurre exactamente lo que ocurre en otros países, no se condice con la realidad. Entonces, hay que aprender las lecciones de las cosas que están ocurriendo afuera, pero el Perú tiene sus propias dinámicas. En este momento, creo que es erróneo pensar que la gran mayoría peruana está buscando logos o discursos doctrinales en torno a lo que es la izquierda. Lo que está buscando es una respuesta a las necesidades que hay en materia, por ejemplo, de enorme crecimiento con descuido de servicios públicos fundamentales, seguridad ciudadana, temas anticorrupción. A partir de eso es que la izquierda tiene que configurar propuestas. 
 
¿Se equivoca Levitsky cuando dice que "la última refundación de la izquierda ha naufragado"?
 
No, no, no. Es una opinión y es respetable. Nosotros, por el contrario, lo que creemos es que hay nuevos procesos de cambio, un proceso de refundación de las izquierdas para construirse como un proyecto político aggiornado, de acuerdo a los tiempos, que empata más que con su militancia adoctrinada, con la ciudadanía amplia, con movimientos regionales y locales, con esta nueva forma de buscar modelos de desarrollo basados en la sostenibilidad ecológica, en una mejor redistribución de la riqueza, en un Estado más eficiente y eficaz... 
 
Sobre la necesidad de una izquierda renovada, Sinesio López ha dicho "que se vayan todos", que si quiere tener oportunidad, la izquierda podría lanzar audazmente una plancha de treintañeros.
 
En Tierra y Libertad hay liderazgos también jóvenes, con mucho potencial. Así que no veo la contradicción ni el problema.
 
Y en lo personal... 
 
No, no veo el problema. En lo personal, vamos a tener una definición democrática.
 
Usted es precandidato presidencial.
 
Sí, claro, pero ¿estamos hablando de fechas de nacimiento o de ideas y de posicionar nuevos rostros en política? Yo, en política, recién estoy incursionando, ¿no? Me siento en sintonía completa con estos procesos de cambio que están ocurriendo y celebramos que en el Frente Amplio haya, hasta este momento, por lo menos dos candidaturas de base 3. Eso es extraordinario.
 
¿No es usted de esa "vieja guardia" que debe dar un paso al costado, entonces?
 
No, si yo no he participado políticamente en los partidos políticos. Los viejos dirigentes políticos, los que han conducido a esos proceso de debilidad y enfrentamientos en la izquierda, tendrán que hacer su balance. Si su balance es que se tienen que retirar, eso es decisión suya. Los que hemos ingresado recientemente a la política somos los que estamos en estos procesos más innovadores. Y no es un problema de fecha de nacimiento, es un problema de visión de país, de forma de practicar la política. 
 
Hace pocas semanas, lo de Verónika Mendoza no era algo confirmado. ¿Le sorprendió el lanzamiento de su precandidatura?
 
No, de ninguna manera. Estaba completamente anunciado, era de conocimiento. El Frente Amplio se viene construyendo hace más de tres años, no es un invento electoral para el 2016, ha pasado por una primera etapa y  está en una segunda etapa ahora. El posicionamiento y la presentación de Verónika Mendoza era algo además deseado y promovido por el conjunto de fuerzas políticas del Frente Amplio, incluida mi persona, sin duda. 
 
¿Qué siente cuando se dice que la de Mendoza es la precandidatura con mayores posibilidades dentro de la izquierda?
 
Yo coincido en que hay un potencial grande de las candidaturas de Martín Guerra, de Verónika Mendoza y de los jóvenes que están entrando a la política, por supuesto, y tenemos que apoyarlas y promoverlas. Tierra y Libertad ha puesto su inscripción a disposición de esos procesos de renovación y de cambio. Lo que nos une en este proceso son convicciones profundas y para nosotros las elecciones internas dentro del Frente Amplio son un mensaje a la ciudadanía en el que estamos diciendo: tenemos diversas opciones dentro de una misma propuesta. Decidan, apóyennos.
 
Por tanto, ¿que sea usted el candidato o Verónika Mendoza no es algo que le quite el sueño?
 
¡No! Gana el Frente Amplio, gana el país. Fortalecer la demoracia y fortalecer organizaciones con liderazgos múltiples que dejan de ser la propiedad del fundador o del que invierte plata, es algo con lo que hay que terminar. Lo que pasa con PPK ya es el escándalo extremo. Ahí el partido lleva su nombre, el partido es él, como pasaba con el partido unifamiliar de Nadine y Humala o con el partido caudillista-autoritario de Fujimori-Montesinos, que ahora es un partido familiar, pero su origen fue autoritario. 
 
Bueno, entonces, no los desaniman las encuestas.
 
No, no. Nosotros lo que vemos en las encuestas es lo que otros no quieren ver: Keiko Fujimori tiene un altísimo porcentaje de antivoto, Alan García y PPK, igual; por otro lado, hay un desencanto con los partidos políticos tradicionales y más del 50 por ciento de la población está descontenta con el modelo económico y, además, hay un 30 por ciento que señala que votaría por un candidato de izquierda. Nosotros estamos viendo la posibilidad que se ha abierto, no la que se ha cerrado. Nosotros no pensamos en un escenario electoral en el cual Keiko Fujimori, Alan García o PPK la tienen fácil y van a ganar así nomás...
 
¿Y no será así?
 
No pues, Pedro Pablo Kuczynski necesita izquierdizarse y “cholearse” para lograr conectar con el país.
 
Bueno, él dice ahora que es "progresista"...
 
Sí, claro, puede haber mucho márketing, pero recorramos el país. ¿Alguien se lo cree? Se lo cree un sector, que es el que lo está respaldando, pero la mayoría ciudadana, la que va a definir el voto, no le cree a un señor que dijo que iba a dejar su nacionalidad y no la dejó, o que dice que solo tiene una empresa en Estados Unidos y ahora La República publica que tiene cuatro... Entonces, las encuestas ciertamente son referenciales, pero hay que leer las grandes potencialidades que abren. La gran responsabilidad de nosotros es cómo conectamos con esta ciudadanía descontenta. 
 
El tema es que pasa a segunda vuelta quien tiene más votos y no quien tiene menos antivoto. 
 
En ese espacio de construcción estamos y nos alegra mucho ver, por ejemplo, las enormes expectativas que está sucitando el proceso de lanzamiento de elecciones primarias del Frente Amplio. La cantidad de personas, de medio locales y regionales que han estado llamando a Verónika, a mi persona o a otros dirigentes del Frente Amplio, es muy importante. Se está generando un estusiasmo sobre el cual queremos sentirnos responsables para que vaya creciendo.
 
Fuente: La República

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