Político, sociólogo, catedrático y ex sacerdote. Líder del movimiento Tierra y Libertad. Fundador de la ONG Grufides. Como precandidato presidencial competirá con Verónika Mendoza en las elecciones internas del Frente Amplio, el 4 de octubre.
"Yo no espero un diploma de quienes piensan que el Perú es simplemente
un lugar de saqueo de sus recursos naturales", dice cuando le recordamos
su fama de "antiminero". Él prefiere calificarse como un defensor de la
sustentabilidad del desarrollo, de los derechos ambientales, del
derecho a la inversión con responsabilidad, control y regulaciones.
Marco Arana sostiene que la minería tiene un rol importante en la
economía del país, pero que lo fundamental es el cómo. En qué
condiciones. "Hay empresas que están buscando hacer mejor las cosas,
pero hay otras que están prontuariadas...", añade.
Mucho se discute sobre las posibilidades de una nueva izquierda
para el 2016 pero, ¿de qué nueva izquierda hablamos? ¿De la que usted
integra, del bloque de Lerner y Simon, del grupo de Sergio Tejada?
A nosotros nos parece sumamente sano que haya más voces desde la
izquierda o la centro izquierda, como algunos se definen. No hay por qué
no pensar que el proceso de unidad mayor puede venir más adelante. En
este momento estamos consolidando bloques, no están completamente
cerrados..., para quien está cerrado ese proceso de unidad es para
quienes pueden tener discrepancias profundas.
Por ejemplo, usted le ha cerrado la posibilidad a Yehude Simon...
No yo, el Frente Amplio. Yo descarto este juego en el que Yehude ha
caído, en el que varios medios plantean como que es un tema de Marco
Arana y Yehude Simon. Aidesep, la organización más representativa de los
pueblos indígenas, es parte del Frente Amplio. O sea..., no es Marco
Arana. Nosotros estamos por la protección, la defensa y la
reivindicación de los reclamos postergados, de los derechos
territoriales de los pueblos indígenas de la amazonía. Entonces, no hay
manera...
¿Por su participación en el Baguazo?
La responsabilidad política en el Baguazo, la defensa del conjunto de
normas que dio Alan García, incluidas las normas de criminalización de
la protesta, son de su responsabilidad política. Eso no es una
descalificación personal del señor Yehude Simon, sino de su rol
político. Además (estuvo) con un gobierno que está claramente
cuestionado por los narcoindultos. De ese gobierno del que se dice que
puede haber sido tan o más corrupto que el de Fujimori, Yehude ha sido
su premier. Nosotros expresamos un cuestionamiento profundo a la
política neoliberal extractivista y a la política del Perro del
Hortelano. Nosotros representamos una disputa clara con los candidatos
que está presentando la derecha: Alan García, Keiko Fujimori y Pedro
Pablo Kuczynski. Este señor ha sido primer ministro de Alan García y ha
sido socio político de PPK.
Hace algunos meses, el Frente Amplio era un bloque mayor. ¿Fue Simon un elemento divisor?
Bueno, eso lo sabrán las organizaciones políticas que están en torno a
él. Nosotros mantenemos diálogo con muchas de ellas, con Sergio Tejada y
el bloque que él representa, con el MAS, con las otras organizaciones
políticas que están ahí. Entonces, ¿hay diversas voces de la izquierda?
Sí. ¿Hay diversas voces de la derecha? Sí. ¿Es necesario que haya un
proceso de unidad amplio? Sí ¿Con quiénes? Nosotros decimos: con quienes
compartan una visión de país. Hay un enorme vacío de representación
política en esa ciudadanía que no votaría por Alan, Keiko o PPK y que
espera que emerjan nuevas candidaturas y nuevas propuestas. En ese
espacio, nosotros estamos abiertos a un proceso de unidad amplio, mayor.
La ley electoral lo prevé hasta una fecha bastante tardía. Entonces,
este momento, vamos a nuestras elecciones internas para fortalecernos.
Los procesos no están cerrados.
Es cierto que existe un gran descontento y, por tanto, un
bolsón electoral del que se puede echar mano, pero lo que se ve hasta
ahora en las encuestas es que los posibles candidatos de la izquierda
apenas recogen la intención de voto del 1% de la población.
¿Quién de estos sectores ha lanzado una candidatura? La derecha ha
lanzado candidaturas y viene, además, de la experiencia de haber
gobernado y de haber estado varias veces en campaña política. En el caso
de estas candidaturas que se vocean, ninguna está lanzada como
candidatura presidencial, ninguna ha participado en un proceso electoral
previo; entonces, a nosotros nos parece que hay un proceso todavía
prematuro de encuestas. El proceso todavía está abierto, no está
decantado. El proceso está en plena definición.
Pero la izquierda lleva décadas tratando de constituirse en una
opción. Steven Levitsky comparó a la izquierda peruana con las
izquierdas que gobiernan en la mayoría de la región y que sí supieron
recoger ese malestar del que usted nos hablaba.
Se tiene que hacer un balance hacia atrás de por qué esos procesos
unitarios no se dieron en el país, procesos que no corresponden a la
emergencia de estos nuevos rostros y nuevas formas de hacer política.
Por otro lado, mientras en el resto de América Latina había dictaduras
feroces de ultraderecha, facistas, en el Perú teníamos dictaduras
reformistas. Entonces, eso de que en el Perú ocurre exactamente lo que
ocurre en otros países, no se condice con la realidad. Entonces, hay que
aprender las lecciones de las cosas que están ocurriendo afuera, pero
el Perú tiene sus propias dinámicas. En este momento, creo que es
erróneo pensar que la gran mayoría peruana está buscando logos o
discursos doctrinales en torno a lo que es la izquierda. Lo que está
buscando es una respuesta a las necesidades que hay en materia, por
ejemplo, de enorme crecimiento con descuido de servicios públicos
fundamentales, seguridad ciudadana, temas anticorrupción. A partir de
eso es que la izquierda tiene que configurar propuestas.
¿Se equivoca Levitsky cuando dice que "la última refundación de la izquierda ha naufragado"?
No, no, no. Es una opinión y es respetable. Nosotros, por el contrario,
lo que creemos es que hay nuevos procesos de cambio, un proceso de
refundación de las izquierdas para construirse como un proyecto político
aggiornado, de acuerdo a los tiempos, que empata más que con su
militancia adoctrinada, con la ciudadanía amplia, con movimientos
regionales y locales, con esta nueva forma de buscar modelos de
desarrollo basados en la sostenibilidad ecológica, en una mejor
redistribución de la riqueza, en un Estado más eficiente y eficaz...
Sobre la necesidad de una izquierda renovada, Sinesio López ha
dicho "que se vayan todos", que si quiere tener oportunidad, la
izquierda podría lanzar audazmente una plancha de treintañeros.
En Tierra y Libertad hay liderazgos también jóvenes, con mucho potencial. Así que no veo la contradicción ni el problema.
Y en lo personal...
No, no veo el problema. En lo personal, vamos a tener una definición democrática.
Usted es precandidato presidencial.
Sí, claro, pero ¿estamos hablando de fechas de nacimiento o de ideas y
de posicionar nuevos rostros en política? Yo, en política, recién estoy
incursionando, ¿no? Me siento en sintonía completa con estos procesos de
cambio que están ocurriendo y celebramos que en el Frente Amplio haya,
hasta este momento, por lo menos dos candidaturas de base 3. Eso es
extraordinario.
¿No es usted de esa "vieja guardia" que debe dar un paso al costado, entonces?
No, si yo no he participado políticamente en los partidos políticos.
Los viejos dirigentes políticos, los que han conducido a esos proceso de
debilidad y enfrentamientos en la izquierda, tendrán que hacer su
balance. Si su balance es que se tienen que retirar, eso es decisión
suya. Los que hemos ingresado recientemente a la política somos los que
estamos en estos procesos más innovadores. Y no es un problema de fecha
de nacimiento, es un problema de visión de país, de forma de practicar
la política.
Hace pocas semanas, lo de Verónika Mendoza no era algo confirmado. ¿Le sorprendió el lanzamiento de su precandidatura?
No, de ninguna manera. Estaba completamente anunciado, era de
conocimiento. El Frente Amplio se viene construyendo hace más de tres
años, no es un invento electoral para el 2016, ha pasado por una primera
etapa y está en una segunda etapa ahora. El posicionamiento y la
presentación de Verónika Mendoza era algo además deseado y promovido por
el conjunto de fuerzas políticas del Frente Amplio, incluida mi
persona, sin duda.
¿Qué siente cuando se dice que la de Mendoza es la precandidatura con mayores posibilidades dentro de la izquierda?
Yo coincido en que hay un potencial grande de las candidaturas de
Martín Guerra, de Verónika Mendoza y de los jóvenes que están entrando a
la política, por supuesto, y tenemos que apoyarlas y promoverlas.
Tierra y Libertad ha puesto su inscripción a disposición de esos
procesos de renovación y de cambio. Lo que nos une en este proceso son
convicciones profundas y para nosotros las elecciones internas dentro
del Frente Amplio son un mensaje a la ciudadanía en el que estamos
diciendo: tenemos diversas opciones dentro de una misma propuesta.
Decidan, apóyennos.
Por tanto, ¿que sea usted el candidato o Verónika Mendoza no es algo que le quite el sueño?
¡No! Gana el Frente Amplio, gana el país. Fortalecer la demoracia y
fortalecer organizaciones con liderazgos múltiples que dejan de ser la
propiedad del fundador o del que invierte plata, es algo con lo que hay
que terminar. Lo que pasa con PPK ya es el escándalo extremo. Ahí el
partido lleva su nombre, el partido es él, como pasaba con el partido
unifamiliar de Nadine y Humala o con el partido caudillista-autoritario
de Fujimori-Montesinos, que ahora es un partido familiar, pero su origen
fue autoritario.
Bueno, entonces, no los desaniman las encuestas.
No, no. Nosotros lo que vemos en las encuestas es lo que otros no
quieren ver: Keiko Fujimori tiene un altísimo porcentaje de antivoto,
Alan García y PPK, igual; por otro lado, hay un desencanto con los
partidos políticos tradicionales y más del 50 por ciento de la población
está descontenta con el modelo económico y, además, hay un 30 por
ciento que señala que votaría por un candidato de izquierda. Nosotros
estamos viendo la posibilidad que se ha abierto, no la que se ha
cerrado. Nosotros no pensamos en un escenario electoral en el cual Keiko
Fujimori, Alan García o PPK la tienen fácil y van a ganar así nomás...
¿Y no será así?
No pues, Pedro Pablo Kuczynski necesita izquierdizarse y “cholearse” para lograr conectar con el país.
Bueno, él dice ahora que es "progresista"...
Sí, claro, puede haber mucho márketing, pero recorramos el país.
¿Alguien se lo cree? Se lo cree un sector, que es el que lo está
respaldando, pero la mayoría ciudadana, la que va a definir el voto, no
le cree a un señor que dijo que iba a dejar su nacionalidad y no la
dejó, o que dice que solo tiene una empresa en Estados Unidos y ahora La
República publica que tiene cuatro... Entonces, las encuestas
ciertamente son referenciales, pero hay que leer las grandes
potencialidades que abren. La gran responsabilidad de nosotros es cómo
conectamos con esta ciudadanía descontenta.
El tema es que pasa a segunda vuelta quien tiene más votos y no quien tiene menos antivoto.
En ese espacio de construcción estamos y nos alegra mucho ver, por
ejemplo, las enormes expectativas que está sucitando el proceso de
lanzamiento de elecciones primarias del Frente Amplio. La cantidad de
personas, de medio locales y regionales que han estado llamando a
Verónika, a mi persona o a otros dirigentes del Frente Amplio, es muy
importante. Se está generando un estusiasmo sobre el cual queremos
sentirnos responsables para que vaya creciendo.
Fuente: La República
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